Cuando menos lo esperes
ahí yo estaré,
entre tus cobijas
te sorprenderé.
Quzás por tu ventana
me veas ingresar;
no te asustes, nena,
pronto va a terminar.
Tomaré a tus sueños por sorpresa,
tu cuerpo desnudo sobre la mesa.
La luna ilumina el sagrado ritual,
el cuchillo relumbra en la oscuridad.
No digas nada,
quedate callada.
Vecinos, policía,
no es problema para mí.
La noche avanza y ya debo acabar,
apagar este fuego,
dejar esta marca en tí.
Ezekiel MalaMorte
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